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OPINIÓN

Iconoclasia y feminismo por Quetzalli Ruiz

Estoy segura de que en al menos una ocasión has escuchado a alguna persona molesta  sobre el movimiento feminista y sus maneras de manifestarse. Que las feministas vandalizan la ciudad, que nomás rayan monumentos y queman cosas, que esas no son formas, que no sirve de nada, que así cómo quieren que las tomen en serio. Independientemente de si seas simpatizante o no de estas prácticas, considero que es de suma importancia conocer el trasfondo del tema así como llamar las cosas por su nombre; es por eso que hoy te vengo a presentar la iconoclasia, su diferencia con el vandalismo y por qué es tan relevante en el movimiento feminista.

 

Irónicamente, la iconoclasia es un movimiento que surge desde la iglesia católica alrededor del siglo VIII, que rechazaba el culto y la veneración de imágenes sagradas y las destruía, pues se consideraban como profanas al no ser una representación fiel de Dios.

¿Cómo se diferencia el vandalismo de la iconoclasia si ambos pueden verse de manera similar? El vandalismo es la hostilidad injustificada hacia las posesiones de los demás. Suele manifestarse en el espacio público con ataques a monumentos, paredes, etc. y no tiene orden ni propósito, pues su único fin es el de hacer daño.

Por su parte, la iconoclasia es un tipo de protesta hacia cierta ideología (puede ser política, religiosa o algún grupo social). En el caso de las marchas feministas, se intervienen, queman y destruyen símbolos, que en muchos casos son monumentos, relacionados con el sistema jurídico, el patriarcado y con la historia de nuestro país. Lo que se hace es modificarlos para cambiar el mensaje que están dando o hacer una crítica a lo que representan. En un país en el que el sistema jurídico y la seguridad pública han fallado rotundamente en proteger a las mujeres no se puede decir que existe justicia, por lo tanto los monumentos o símbolos relacionados con ella son intervenidos por iconoclastas feministas; de igual manera los relacionados con la libertad o la equidad. ¿Por qué una pared va a merecer más respeto que mi integridad como persona? ¿Por qué he de venerar a un pedazo de piedra, yeso, bronce o incluso de oro que representa la impunidad de mi agresor y el de muchas otras?

 

En respuesta al famoso comentario de “Esas no son formas”, cabe resaltar que se han hecho denuncias que siguen los largos y tediosos protocolos del sistema penal solo para dejar impune al abusador; que se han hecho cartas petitorias a las autoridades sobre maximizar las medidas de seguridad solo para que se nos llame exageradas; que se ha intentado platicar con políticos para terminar siendo ignoradas; que se ha bailado y cantado solo para terminar siendo objeto de burla; que se ha hablado mucho del tema en redes y después nos han censurado, amenazado y hasta asesinado por hacerlo; se ha gritado; se ha llorado. La realidad es que todas las maneras posibles ya se han agotado.

El hecho de que existan tantas notas amarillistas sobre la iconoclasia feminista e inumerables fotografías de estos actos me parece una prueba clara de que este es el único medio que nos queda para que el movimiento sea volteado a ver de manera masiva.

Las mujeres están cansadas de ser invisibles ante el Estado. Aquí lo verdaderamente alarmante es que tanto autoridades como ciudadanos se indignen más por la “vandalización” hacia un monumento que por la violencia hacia una mujer.

Por otro lado, se ha comprobado que tanto las manifestaciones como todos los esfuerzos que se han realizado en pos del feminismo han logrado tener avances significativos para la calidad de vida de las mujeres. Un ejemplo de esto es la Ley Olimpia, un conjunto de reformas que modifican el Código Penal Federal y la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia con el fin de reconocer las agresiones de género digitales y castigar las prácticas que vulneran la privacidad e intimidad sexual de las personas, especialmente niñas y mujeres. Y como este caso se han visto muchos, que si bien no son tan grandes, significan bastante en el avance hacia una sociedad libre del sistema patriarcal.

 

Finalmente, ya que está claro la diferencia entre vandalismo e iconoclasia y su relevancia en esta lucha, me resulta igualmente importante resaltar que estas manifestaciones no son favores que se están pidiendo, son gritos de auxilio y exigencias ante una situación que está rebasando por completo nuestra sociedad.

Así que la próxima vez que vayas a juzgar a una iconoclasta, piensa primero si en su lugar tú no harías hasta lo imposible por hacerle justicia a tu hermana muerta, a tu hija violada, a tu mamá desaparecida y el valor que sus vidas tienen en comparación a unas paredes.

Referencias

    El Heraldo de México. (2020, 30 de marzo). Iconoclasia: ¿Por qué las mujeres rompen y queman todo? [Video]. YouTube. https://youtu.be/unz3HwwsjnM

 

    Proyecto fem. (2022, 21 de julio). Podcast- Episodio 1: ¿Vandalismo o Iconoclasia? [Video]. YouTube. https://youtu.be/JdkqRJ131Eo

 

    Overthinking blog. (2021, 21 de octubre). Iconoclasia y vandalismo|| Overthinking blog [Video]. YouTube. https://youtu.be/n7b0j0KWoP8

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